martes, noviembre 28, 2006

Escalofríos epistemológicos (3)

Raúl Velasco.

Amo y señor del espectáculo mexicano. El decidía quién era ídolo y quien no. No importaba si tenía o no calidad, era buen cantante, o un real talento. El hizo estrellas, y destruía otras con sólo no incluirlas en los elencos de su programa “Siempre en Domingo”. Conocido era que fue reacio a aceptar a grupos de rock mexicanos en su programa (Caifanes era al que más veces se le invitó). Manipuló sentimentalismos y emociones del telespectador. Pero esa una buenísima persona. Un santo. Claro que nadie va a decir lo contrario. Por lo visto, ser parte del mundo del espectáculo confiere un aura de bondad alrededor de la persona agraciada con ese privilegio. En este México tan surrealista, la bondad se adquiere cuando logras salir en la tele. Aún cuando haya marcado el mal gusto musical de nuestro país.

3 comentarios:

dull dijo...

Raul velasco le heredo a este pais y a tres generaciones el gusto por las baldas sosas, en su reinado los baladistas mandaban, el pueblo de mexico no conoce de ritmos y estilos por culpa de este señor, impidio que el rock avanzara, aquio nunca entro el blues o el bossa nova, enseño a el bulbo a idolatrar artistas sin calidad, nunca le dedico ni 5 minutos a musica mas exquisita y cuando traia artistas internacionales a veces traia mucho bodrio.

ese señor le hizo mucho daño a la musica en mexico.

El Tío César dijo...

Raúl Velasco llegó a incluir algo de bossa nova, pero fue tan breve que no alcanzó a pegar entre su audiencia, más bien lo usó como "un ritmo exótico" del extranjero.

Y gracias a él conocimos a grandes luminarias como el inefable Julio Iglesias...

jose dijo...

molotov le dedico la rola "el carnal de las estrellas" a Raulito Medaasco. ¿no?

¿Recuerdan?

"Es el carnal de las estrellas, que solo quiere acostarse con ellas"

jajaja.

Saludos.