sábado, octubre 28, 2006

Blogger Problemas (1)

Disculparán que no les escriba seguido pero tengo problemas con Blogger desde la oficina y mi casa. Quien sabe por qué cuando posteo o edito, se pierde la conexión, y cuandp posteo, son sólo mensajes cortos. Sólo cuando estoy en una máquina fuera, puedo trabajar bien.

¿alguien tiene una idea?

jueves, octubre 19, 2006

Cabalgando por Brokeback Mountain

Es un hecho que después de la película El secreto de la montaña, de Ang Lee, la imagen que se tenía del vaquero macho, duro, alegre, trabajador, resistente, apestoso, honesto, honrado... vaya, el punto máximo de la hombría varonil del macho hombre, ha venido a menos y prestado en consecuencia, a la chunga y la falta de respeto (si alguna vez lo hubo).
Y es que, ¿quién podría dejar pasar la oportunidad? En la pasada Expogan, había tanto vaquero urbano (que en su vida han visto un animal de campo y cuando lo ven piensan que son vacas sin cuernos, por referirse a los caballos), que de plano pensaba si no me había equivocado de lugar y estaba frente a aspirantes al casting para Brokeback mountain 2: the secret of El Cerro de la Campana.
Y más razón si los vaqueros urbanos son una mezcla de una herencia vaqueril vagamente recordada pero conservada gracias a los bailes cumbia-norteños, con esa moda actual de los metrosexuales (pinches putos le decimos en mi pueblo) de andarse cuidando de que el rimel no se les corra.
Así que si le pierdo el respeto a los sheros (los vaqueros urbanos, los cheros son los vaqueros rurales) es por que: primero, no se lo merecen; segundo, se lo buscaron; y tercero, chingue a su madre el politically correctness.
Ahora que viene la tan publicitada caravana del Cabalgando por Sonora, no dudo que ya habrá quienes comiencen a afilar la lengua y botanearse con los vaqueritos que vayan a participar en esa cabalgata. Yo lo lamento por los auténticos vaqueros y aquellos que de verdad viven, gozan y conocen en carne propia lo que es la vaquería, o al menos lo que de verdad saben lo que eso significa... van a sufrir la carneada que se haga de esos otros vaquero-metro-gay-sexuales... tómenlo con humor. La vida es muy horrible para tomársela en serio.

martes, octubre 17, 2006

Otro santito...

Así es, ahora resulta que debemos de estar felices y jolgoriosos por que “tenemos” un nuevo santo mexicano, un tal Rafael Guisar y Valencia, cuyo historial de vida, según El Universal, consta que:

Rafael Guízar y Valencia nació en Cotija, Michoacán, el 26 de abril de 1878. Sus padres, Prudencio Guízar González y Natividad Valencia de Guízar, tuvieron otros hijos más aunque se desconoce a ciencia cierta el número de éstos ya que unas páginas religiosas refieren entre cuatro y once hermanos, algunos de ellos también dedicados a actividades religiosas.

Sin embargo, se conoce que una de sus hermanas, María Guízar y Valencia, fue madre de Maura Degollado Guízar, de la cual nació Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y del Movimiento de apostolado Regnum Christi.

En el año de 1890 inició sus estudios en el colegio de San Estanislao, regentado por los padres jesuitas, donde comenzaría a formarse su vida a la Iglesia y once años después, obtendría la ordenación sacerdotal en la catedral de Zamora, señala ACI Prensa.

Bajo el papado de León XIII, fue nombrado misionero apostólico. En los primeros años del México revolucionario, Guízar y Valencia prestó servicio religioso entre los soldados del Distrito Federal, Puebla y Morelos, motivo por el cual se inició una persecución en su contra y el inicio de una serie de “destierros”, debido a su postura religiosa.

En agosto de 1919, un Papa Benedicto, sólo que el XV, lo eligió como obispo de Veracruz y el 30 de noviembre del mismo año, recibió en La Habana, Cuba, la consagración episcopal, llegando a Veracruz el 3 de enero de 1920.

Durante la llamada guerra cristera en el sexenio de Plutarco Elías Calles, el prelado abandonó su diócesis en Jalapa y se refugió en Estados Unidos, Cuba, Guatemala y Colombia, y regresó al país en 1929, organizando nuevas misiones hasta su muerte en la ciudad de México, el 6 de junio de 1938.

Su cuerpo fue trasladado a la capital Jarocha, Jalapa y el 28 de mayo de 1950, su cadáver incorrupto fue exhumado a la catedral de esa ciudad. A la par, comenzó a esparcirse en México, Guatemala, Cuba, Colombia y el sur de los Estados Unidos, su fama de santidad, iniciando el proceso diócesaneo para elevarlo a santo.

Fue hasta 1992 cuando el vicepostulador Rafael González instruyó aceptar un milagro para iniciar el proceso de beatificación, el cual realizó el pontífice Juan Pablo II el 29 de enero de 1995.

Sin embargo, el gran milagro que le valió entrar a los nichos junto con ese otro santísimo Juan Diego (que nadie se acuerda de él, pobre, ¿quién le manda ser un pinche indio? –dirían por ahí) también es referida por El Universal:

En el sitio oficial de la causa de Rafael Guízar y Valencia detallan que en 2004 “que para proceder a la Canonización se necesita otro milagro. Éste consiste en el nacimiento de un niño que a las 31 semanas de gestación se le detectó paladar hendido y labio leporino. El niño nació completamente sano. Todo consta en estudios de gabinete”.

Para 2005, en mayo y noviembre, las comisiones de médicos y teólogos, respectivamente, dieron su voto favorable para elevar a santo a Guízar y Valencia.

Es en este 2006 cuando el papa Benedicto XVI emitió el decreto Super Miro donde reconoce la autenticidad del milagro atribuido a Guisar y el 1 de julio, reunido en Consistorio, fijó la fecha de canonización para el 15 de octubre de 2006 en la Basílica de San Pedro, Roma, Italia.

Vaya, vaya, vaya... así que alguien aseguró que alguna persona encomendó al pagrecito ese al pobre chamaco que, cito, “a las 31 semanas de gestación se le detectó paladar hendido y labio leporino. El niño nació completamente sano”... y ya con eso es suficiente con ser Santo... ¡SANTO!.... ¿Y eso es un milagro? ¿no pudo ser una falla en el dictamen “de gabinete” que determinó esas deficiencias en el niño?


Hay quienes dicen que esto es plan con maña para que en un futuro, también sea elevado a nivel de santo al
Padre Marcial Maciel, el líder de los Legionarios de Cristo, multidemandado por abuso sexual de menores de edad, ya que el nuevo santo era tío de este sujeto... vaya, “¡tengo un tío santo!”. A lo mejor así lo exoneran de las acusaciones de pederastia una vez que llegue al juicio con el altísimo y disfrute la gloria del Señor, y goce la gloria junto a los querubines...

Con éste son 30 los santos mexicanos, la mayoría, caídos por la Guerra Cristera de 1927 al 1929, y gracias también al ya fallecido Papa Juan Pablo Segundo... 30 santos... ¿y de qué nos sirven si el país sigue igual?, ¿si sus fieles panistas en el gobierno no hacen nada por mejorar, sino al contrario? 30 santos... rayos, si al menos uno sirviera para algo...

jueves, octubre 12, 2006

Fresa y Gruexo....

Soy muy gruexo para ser fresa...
soy muy fresa para ser gruexo...

Tengo un amigo que constantemente me hace referencias y me invita a eventos de la intelectualidad... digamos... "subversiva" de este mugre rancho. Los que me leen han de saber quienes son aquellos a los que llamaré la intelectualidá, o sea, aquellos poetas, escritores, "librepensadores" y demás fauna urbana que pregonan ser de la izquierda, los más proximos a la realidad, aquellos que sí enfocan sus mentalidades hacia lo que es la Neta, la realidad, los que para ellos la vida es una merde y que por eso sus obras deben de reflejar ese mundo depresivo, corrupto, poco esperanzador que es la realidad la cual aligeran con el consumo desmedido del alcohol, el cigarro y "otras cositas" (me pregunto si no habrá algún estadástico de qué tanto contribuye este segmento de la población a las economías de estos sectores de la actividad económica del país).

Mi amigo sabe que no soy muy dado a compartir el punto de vista de esta intelectualidá, así como tampoco de la otra intelectualidad, la que se enamora de poemitas cursis, de paisajitos, de altas exposiciones, altos vuelos, los snobs, los fresas y los intelectualoides de pose.

No comparto ambas perspectivas. Ambos mundos tienen lo suyo, pero también algo que no me gusta de ellos. De la intelectualidá no me gusta su visión deprimente y corrupta de la vida. Para ellos, algo que no encaja en sus normas es calificado como indigno de ser llamado arte. Lo califican de banal, supefluo, y hasta de esclavo del imperialismo yanqui. Y de los otros, de la intelectualidad, la pose de conocedores y exquisitos cuando sólo lo hacen para lucir bien cool ante la high society.

En lo personal, no comparto ni lo uno ni lo otro, ya lo dije. Mis gustos son muy banales para la intelectualidá, y muy nacos para la intelectualidad. Claro me debato entre ambas visiones, igual de intolerantes, igual de nefastas. Por eso le pido disculpas a mi amigo si no acudo a los actos que me invita ni sigo las recomendaciones de la intelectualidá que me manda.
Muchas cosas me gustan, pero mejor las disfruto en privado. No se puede ser aficionado a la animación comercial cuando el de enfrente te dice que la vida es poco menos que shit.

miércoles, octubre 11, 2006

Las grandes fiestas culturales de Hermosillo

En Hermosillo existen dos grandes fiestas culturales, enormemente exitosas en cuanto a participación de la iniciativa privada y sobre todo de la comunidad, amén de los participantes habituales.
NO. No son las Fiestas del Pitic ni La Feria del Libro.Es la ExpoGan (exposición ganadera) y el beisbol de los Naranjeros. Y son exitosos no por que sea algo que enriquezca o proyecte la vida cultural de la ciudad, si no que ambas coinciden en que en esas fechas, Hermosillo se convierte en la cantina más grande del estado.
Claro, habrá quienes dirían que la Expogan es la gran fiesta popular, que rescata los valores y cultura de la vaquería que es la base de la vida productiva del estado, que así nació el concepto de lo sonorense y otras linduras más.
SI, es verdad, pero ¿acaso a alguien le importa? La Expogan no es una fiesta. Es una Pashanga, es decir, un reventón donde lo único que importa es presumir que fueron al palenque a ver a los "artistas", que fueron al baile popular, a subirse a los juegos mecánicos, "ah, y había unas vacas que no sé pa'queran"... y claro, que se pusieron una peda olímpica por que de eso se trata la vida, de divertirse pixteando.
Ora bien, el beisbol es algo similar. Se dice que el público va a disfrutar del deporte, a emocionarse con las jugadas, a admirar a los grandes atletas que aceptan venir a jugar al circuito. Sí, van a ver el juego, pero es mero pretexto para guarapatearse con Tecate bien helada, a mentar madres, mientras los jugadores gringos sólo vienen a turistear, pixtear y "fuck-mecsican-hot-señourrritas".
Y claro, que ambos dejan mucho a la cultura de nuestra ciudad: reforzar que el ponerse hasta las manitas es condición sine qua non para ser socialmente aceptado... y claro y obvio, harta lana para los vendedores de chelas...Fuera de eso, ninguna otra actividad cultural (por efectivamente, son actividades culturales) tiene tanta aceptación o al menos, asistencia como las anteriores.
Las Fiestas del Pitic, que se pretendió fuera el magno evento cultural, no da el paso definitivo y se queda en actos populares que si bien son bienvenidos, tienen que ser gratuitos por que de otra forma, no iría la gente. Y la Feria del Libro, es de peor suerte. Poca gente, pocas ventas, pocas actividades, poco interés. Es una pena que desaparezca, que no es un hecho, pero para allá vá.

Estoy preocupado por que esta mugre ciudad vestida de ranchera con reproductor MP3 oyendo narcorridos y reggetones, se quede así, muy acá dizque moderna, pero con un alma marchita, retrógada y hasta idiota.

La lectura es una práctica socialmente inaceptable

Consideren esto: cuando alguien lee un libro en la vía pública las opiniones van, mínimo, de un "¿qué leerá?" a un "¡otro que se cree culto!". Agreguen a ello, que en el resto de los medios de comunicación, quienes leen no lucen que digamos, como seres humanos normales.
Como "normales" (whatever that means) se entiende a la persona que cumple con un requisito de idealidad como tal, es decir, alguien alegre, divertido, parrandero, simpático, líder, perfecto pues. Ese tipo lo vemos reflejado en televisión o en las películas, como alguien que reúne muchas virtudes, y pocos defectos. La lectura, en el primero caso, está ausente; en el segundo, predomina. La imagen común en los medios es que quien lee un libro es un antisocial, es decir, alguien que sólo vive para leer y cuya vida social no vá más allá de lo que lee, o cuando más, de un círculo de amigos iguales que él.
Y el común de su imagen es el nerdo de lentes fondo-de-botella, pelo relamido, camisa manga corta, hartas plumas en el bolsillo y pantalones cortos brinca-charcos. Claro que esa no es la imagen al 100 porciento, pero sí la más común. Los protagonistas son guapos, simpáticos, y sólo recurren al libro cuando necesitan algo y para ello abusa del nerdo.
Los protagonistas carilindos no necesitan leer, por lo visto. Y el espectador quiere ser como ellos, y desafortunadamente, la lectura no está entre sus virtudes.Claro que hay excepciones, pero es lo menos común. Es raro que alguien que lea sea considerado como un personaje atractivo. Sin embargo, a lo que voy es que difícilmente vamos a lograr que México (y especialmente Hermosillo) sea una sociedad de lectores, si se continúa con estos modelos, con esta idea de lo inaceptable en lo que se ha convertido la lectura.
Pero no podemos dejar de lado que hay lecturas exitosas, pero lamentablemente, o son los libros de moda gracias a su adaptación al cine, o son los manuales de autoayuda que no podría llamarse como "literatura".
El lector en la calle es visto como alguien antisocial, o en el peor de los casos, como un soberbio que se cree por encima del resto de los mortales por que lee libros cultos.

La lucha por hacer de nuestra sociedad un país de lectores, no está perdida del todo, pero sí será algo que raya en lo imposible.