En Hermosillo existen dos grandes fiestas culturales, enormemente exitosas en cuanto a participación de la iniciativa privada y sobre todo de la comunidad, amén de los participantes habituales.
NO. No son las Fiestas del Pitic ni La Feria del Libro.Es la ExpoGan (exposición ganadera) y el beisbol de los Naranjeros. Y son exitosos no por que sea algo que enriquezca o proyecte la vida cultural de la ciudad, si no que ambas coinciden en que en esas fechas, Hermosillo se convierte en la cantina más grande del estado.
Claro, habrá quienes dirían que la Expogan es la gran fiesta popular, que rescata los valores y cultura de la vaquería que es la base de la vida productiva del estado, que así nació el concepto de lo sonorense y otras linduras más.
SI, es verdad, pero ¿acaso a alguien le importa? La Expogan no es una fiesta. Es una Pashanga, es decir, un reventón donde lo único que importa es presumir que fueron al palenque a ver a los "artistas", que fueron al baile popular, a subirse a los juegos mecánicos, "ah, y había unas vacas que no sé pa'queran"... y claro, que se pusieron una peda olímpica por que de eso se trata la vida, de divertirse pixteando.
Ora bien, el beisbol es algo similar. Se dice que el público va a disfrutar del deporte, a emocionarse con las jugadas, a admirar a los grandes atletas que aceptan venir a jugar al circuito. Sí, van a ver el juego, pero es mero pretexto para guarapatearse con Tecate bien helada, a mentar madres, mientras los jugadores gringos sólo vienen a turistear, pixtear y "fuck-mecsican-hot-señourrritas".
Y claro, que ambos dejan mucho a la cultura de nuestra ciudad: reforzar que el ponerse hasta las manitas es condición sine qua non para ser socialmente aceptado... y claro y obvio, harta lana para los vendedores de chelas...Fuera de eso, ninguna otra actividad cultural (por efectivamente, son actividades culturales) tiene tanta aceptación o al menos, asistencia como las anteriores.
Las Fiestas del Pitic, que se pretendió fuera el magno evento cultural, no da el paso definitivo y se queda en actos populares que si bien son bienvenidos, tienen que ser gratuitos por que de otra forma, no iría la gente. Y la Feria del Libro, es de peor suerte. Poca gente, pocas ventas, pocas actividades, poco interés. Es una pena que desaparezca, que no es un hecho, pero para allá vá.
Estoy preocupado por que esta mugre ciudad vestida de ranchera con reproductor MP3 oyendo narcorridos y reggetones, se quede así, muy acá dizque moderna, pero con un alma marchita, retrógada y hasta idiota.
4 comentarios:
¡con el alma marchita!
Oh pues, nadie te da gusto...
o qué, ¿Hermosillo tiene un alma que rebosa alegría?
un momento cursi lo tiene cualquiera...
saludos, eres el primero que comenta...
y creo que el único
Hola César, soy Juan del Blog de Sin Pensarla. Estoy muy de acuerdo con tu post. Yo hace cerca de 15 años que no voy a la Expo y a pesar de siempre haber sido fanático de los deportes, apenas he ido un par de veces a los Naranjeros precisamente porque no es un lugar para la familia sino un antro/cantina al aire libre.
Por cierto, gracias por agregarme a tu lista de blogs, estoy por hacer lo mismo.
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