jueves, enero 07, 2010

Trollecito guadalupano 2

El post sobre la sospechosa pareidolia guadalupana ya tuvo una nueva respuesta de un creyente, aunque es de un anónimo, que la verdad no sé si es el mismo "trollecito guadalupano" u otro nuevo , el cual les comparto:

Anónimo dijo...
asi de simple..CREAN O NO NUESTRO PADRE va a venir pronto y entonces..se arrepentiran de no haber abierto los ojos antes..si no creen miren el cielo sientan el viento tomen la mano de un niño oigan el agua sonar miren detalladamente la naturaleza..bien solo me queda decir a esas personas que dudan..no creo que si en su familia cayera una desgracia on algo sumamente horrible prguntaran...por que dios mio?dios mio ayudame ayudanos..por favor siempre por inercia es puro pedir pedir por que muy en el fondo ay algo que nos dice que alguien mas nos esta escuchando..y que estamos siendo jusgados o no es asi?

Aparte de las obvias faltas de ortografía y de redacción, el anónimo (que no sé si es el mismo u otro trollecito guadalupano) tampoco ofrece algo tangible sobre el hecho, es más, ni lo menciona, sólo se dedica a sermonear sobre lo obvio.
El creer en algo no es precisamente abrir los ojos, sino al contrario, es cerrarlos a todo lo que no sea conforme a las creencias. Probablemente sentir el viento, tomar la mano de un niño, oír el sonido del agua, bien, muy bonito, filosófico, pero eso lo disfruto igual sea creyente o no, pero ello no sirve para sustentar la veracidad divina de dicha aparición, pues de hecho ni la menciona, y al contrario, sólo dan otra muestra de que religión y educación no se llevan de la mano (sólo ver la redacción es muestra de ello).
Es más, ni se merecía una respuesta pero quise compartir con la banda esta lindura de opinión evangélica.

1 comentario:

Antonio dijo...

"no creo que si en su familia cayera una desgracia on algo sumamente horrible prguntaran...por que dios mio?dios mio ayudame ayudanos.."

Por experiencia personal, puedo decir que no. Hubo una terrible desgracia en mi familia y no se me ocurrió echarle la culpa a ningún ente imaginario.

Un Abrazo.