De sirenitas marcianas a arañas mercurianas

Creo que esta la podremos llamar “El mes de las Pareidolias espaciales (o: de cómo a Jaime Maussán se le fue el tiro por la culata)”. Ahora resulta que la NASA (sí, esta vez sí es la Agencia espacial estadounidense, no como erróneamente se difundió con la famosa Sirenita marciana) dio a conocer una fotografía de la superficie de Mercurio tomada por la sonda Mercury Messenger, tomada el 14 de enero, en la que se muestra una formación geológica que tiene la forma, dice la nota periodística, tiene forma de araña.

La verdad, por más que le busco, no veo la araña, pero en fin, el punto es que el ojo humano puede ser engañado de muchas formas, y que la naturaleza es caprichosa y azarosa, que en cualquier parte, puede adquirir formas diversas, pero queda en cada quien darse cuenta que no necesariamente debe haber mensajes ocultos, ni evidencias inexistentes, mucho menos confirmaciones de afirmaciones sin sustento.

¿Cómo hay que tomar este tipo de situaciones? Con humor, con admiración, quizá con algo de inquietud para comprenderlo, pero nunca como algo que pueda sustentar algo que es insustentable.

La Sirenita Marciana no es prueba de vida en Marte. La Araña Mercuriana tampoco es prueba de vida en ese mundo. A menos que empiecen a moverse, saluden a las cámaras, inviten a sus amigos para tomarse la foto, y envíen a este planeta, un afectuoso “¡Se lo dijimos!” desde allá donde estén.

¿Saben si Maussán fue requerido en algún programa de espectáculos? Sólo falte que se enberrinche y exija ser entrevistado en el noticiero de López Dóriga con esta nueva e irrefutable evidencia de vida extraterrestre.