miércoles, noviembre 16, 2011

René Mey, el charlatán en Hermosillo

Este domingo estará en esta ciudad, el mundialmente famoso charlatán René Mey, supuesto "humanista, vidente y sanador", y ser de luz cuyos pases mágicos curan todos los males del ser humano, sobre todo, los imaginarios. Sobre sus charlatanerías hay muchos que han escrito, y sería redundante dedicarle este post a ese aspecto ya de por sí muy obvio de la falsedad de este sujeto.

Quiero dedicarle el post a un aspecto muy publicitado de este sujeto, y que usted, si e seguidor de este sujeto y cree en su poder, ha de haber estado en primera fila cuando se presentó. El año pasado en los cines mexicanos se proyectó (tengan en cuenta esta palabra) la película “HIM: Más allá de la luz”, una historia supuestamente basada en hechos reales. Pero eso no es lo más “notable” de la película, sino que en su publicidad, se aseguraba que, tanta es la luz sanadora de Mey, que incluso el espectador la recibiría en la sala de cine, y para demostrarlo, invitó a que se llevara un limón, lo expusiera a la luz de la película y del propio Mey, y verá cómo, comparándolo con otro limón que se deja en el hogar, y sin meterlos al refrigerador, con el paso del tiempo, el fruto “iluminado” se mantendrá fresco más tiempo mientras que el que no lo fue, al paso de los días se pudre.

Alguien hizo ese experimento, y no resultó como se anunció.Enlace

Reza una nota publicitaria de la película:

"Lo que les quiero pedir, finalmente, es que cuando vayan a ver la cinta, lleven un limón para que se llene de energía, porque en la película, cuando hace meditación, participó René Mey, con la intención de curar y dar buena energía a quienes la vean.”

Es decir, que la luz “iluminadora y sanadora” de René Mey, se transmite a través de la pantalla del cine.

Esto es, de ser cierto, muy peligroso.

Esto significa que toda emisión de energía que sea filmado o grabado por una película o video, puede transmitirse y con efectos, a través de una proyección ante un público, y éste recibirá esa exposición de energía.

Luego entonces, si se transmitió la energía de Mey en esta película, entonces se puede transmitir cualquier otro tipo de energía y radiación a un público, exponiéndole a un grave riesgo de sufrir en el cine, las mismas consecuencias que si estuviera en el mismo lugar en que ocurra el proceso de emisión de esa energía o radiación.

De acuerdo a esto, entonces, usted en el cine ha sido expuesto a la radiación calorífica de un incendio, a una sobre exposición de luz solar potencialmente cancerígeno, o peor, una explosión nuclear.

Luego entonces, si en el cine se proyecta en la pantalla una explosión nuclear de un documental de los años 40-50 sobre los experimentos de estas armas, o la misma explosión de Hiroshima, entonces usted estará expuesto a la radiación y estará condenado a padecer lo mismo a que si hubiera estado presente en ese lugar.

Es imposible, ¿verdad? Luego entonces, ¿por qué lo de René Mey sí cree usted que es real? ¿Por qué es mágico y es benéfico para la humanidad? Imposible. Energía es energía, sea buena o mala, y si una energía se transmite de esta manera, entonces cualquier otra también podría.

Y eso que no le he mencionado que de ser así, entonces los filmes y videos almacenados deberían de contener esa misma energía y preservarla, e incluso, no se agotaría pese a las múltiples proyecciones a las que se les expone. Imposible, ¿no? ¿Y luego por qué piensa que la energía de René Mey sí puede hacerlo? ¿Magia?¿superpoderes?

Bueno, ¿y sabe cómo se hace una película que se proyecta en el cine? Voy a abreviárselo.

Una cámara de cine capta la luz que es rebotada de todo lo que la lente capta en el espectro de luz visible humano, digamos los actores y el escenario. Supongamos que la luz de René Mey también es captada. Esa luz impacta en un acetato con químicos (plata, principalmente) los cuales reaccionan de acuerdo a los colores que capta, y una vez expuesta a esa luz, de inmediato debe ocultarse, pues si se le sigue exponiendo, se satura de luz y la película se vela. En pocas palabras, lo que se almacena en el acetato (o film), es una reacción química a la luz a la que se le expuso, y no se almacena la luz, ni mucho menos, las energías a las que se les expuso.

Luego ese rollo de acetato es llevado a un cuarto oscuro donde se le baña en un químico revelador, el cual convierte la reacción química del acetato en un negativo, es decir, los colores opuestos a los que fueron expuestos; luego se le pasa por un fijador, con el cual los colores se fijan al acetato y ya no puede alterarse el acetato cuando se le expone a la luz. Una vez concluido el fijador, se lava el rollo, y puede exhibirse usando una luz blanca la cual hace que se proyectan los colores inversos, como los colores en que fueron filmados originalmente.

Entonces, los rollos de los filmes son el negativo de esa luz captada. Luego, la luz sanadora de Mey deberá ser inversa, si consideramos que de alguna manera sus dotes permanezcan en el acetato, es decir, debería de ser luz negativa, no benéfica, sino perjudicial. Claro, una vez que pasa por la luz blanca en su proyección, la energía negativa se vuelve benéfica y entonces todos recibimos la iluminación sanadora de Mey. Pero no se adelanten aún.

Bueno, tal vez la película se filmó digitalmente. Bien, entonces esa luz que capta la cámara, se convierte en una serie de 1 y 0 del lenguaje binario, de acuerdo al color que capta el chip de la lente. No hay riesgo de sobreexposición pues los datos captados, esa larga cadena de 1 y 0 se almacena en la memoria de la cámara. Entonces, no se almacena la luz que recibe, sino los datos que interpreta el chip de la luz a la que se expuso.

Entonces, supuestamente la energía de Mey permanece dentro de la cámara de video almacenada en la memoria… pero claro, en esa memoria no hay luz guardada, sino una interpretación del chip de lo que es esa luz captada.

Bueno, ahora, supongamos que aún hay salas donde usan filmes para proyectar una película. ¿Cómo se pasa de digital al filme? Simple. Se proyecta el video digital en un filme, y se repite el proceso antes mencionado.

Bien, llevemos el filme a la sala del cine. El proyector usa una luz blanca que emite hacia una pantalla blanca. Luego entonces, toda la energía que fue captada por cualquiera de los medios mencionados, se proyecta igualmente en esa pantalla, igual la de Mey. Lo que usted ve en el cine es un rebote de la luz (y la supuesta energía) captado por sus ojos. Entonces recibe de rebote una luz QUE NO ES LA MISMA QUE FUE CAPTADA DURANTE EL RODAJE DE LA PELÍCULA, luego entonces, usted no recibirá ninguna energía que fuera captada durante la misma, y en consecuencia, René Mey no le transmite a usted su “energía iluminada de salud”.

Es imposible.

René Mey es un charlatán. Y eso que sólo abordé lo referente a su película que de seguro se la van a vender en la presentación que haga el charlatán este domingo aquí en Hermosillo.

jueves, noviembre 10, 2011

Guy Fawkes, o ¿a quien homenajean los revolucionarios?


Los vemos en casi todo movimiento social contemporáneo. Desde los Ocuppy estadounidenses, las Acampadas españolas, y los actos y videos de Anonymous. Son las máscaras con las cuales cohesionan su unidad como miembros de una movilización, inspiradas en un revolucionario, un luchador social, un ícono de la inconformidad y paladín de la movilización violenta. Es la máscara de Guy Fawkes, popularizada gracias a la película V for Vendetta, basada en un serial de historietas bajo el mismo nombre creadas por Alan Moore y el dibujante David Goyle.

Pero, ¿quién fue ese Guy Fawkes? Alguien que existió, sin duda. Pero para no aburrirlos con una extensa biografía, ubiquemos el contexto histórico en el que el sujeto vivió. En el siglo 17, la corona británica desconocía ya a El Vaticano como la cabeza de la religión católica, y escindió de ella para fundar su propia Iglesia Anglicana. Las razones, son motivos de otra historia.

Guy Fawkes creció y se formó en un entorno católico, y en ese entonces, los que profesaban por esa iglesia eran sujetos de persecución político-religiosa. Fawkes fue un soldado al servicio de la corona española, católica, en Paises Bajos, y participaba en guerras contra el imperio británico y el anglicanismo. Fue entonces que fue contactado por integrantes de una conspiración, todos fieles al catolicismo, y que buscaban derrocar la corona británica e instaurar una monarquía teocrática católica. Guy Fawkes, o Guido, como se hacía llamar en esos lares, aceptó gustoso.

El plan de la “Conspiración de la pólvora”, como se le llamaba, era detonar explosivos bajo el parlamento en Londres el día cinco de noviembre de 1605, con lo cual destruirían el edificio con el Rey James Primero, la familia real y el parlamento británico, todos juntos.

A Guy se le asignó encender la pólvora que detonaría la explosión, sin embargo, la conspiración fue descubierta, y Guy, fue detenido justo dentro de un almacén rentado abajo del parlamento, donde estaba todo el explosivo.

Fue detenido y torturado para revelar al resto de la conspiración, pero como soldado, no reveló ningún nombre, y fue ejecutado ese mismo día.

A partir de entonces, cada 5 de noviembre, los ingleses celebran el fallido atentado, o celebraban, pues gracias a la película de los Hermanos Wachoski del 2005, “V for Vendetta”, la figura de Fawkes ahora se mueve entre el recuerdo de su traición y la alabanza a un héroe revolucionario.

Se escribieron varias obras y poesías, musicales y seriales, sobre la conspiración y el propio Fawkes, pero para el caso, fue el serial de comics de Moore y Goyle que la figura de este hombre se convirtió de traidor a héroe en el imaginario popular. Alan Moore es un autor muy contradictorio. Así como hizo a Fawkes un símbolo de la lucha revolucionaria al dotarle al personaje V de una máscara con su rostro, también hizo de los espartanos de otra de sus novelas gráficas, 300 (también llevada al cine), los defensores de la libertad y la democracia, pese a que históricamente fueron una monarquía esclavista y belicosa que vivía del trabajo de otros pueblos oprimidos por ellos.

El personaje V de V for Vendetta, como apunté, usaba la máscara de Fawkes para ocultar su rostro, pero no se convirtió en un fenómeno masivo como lo conocen los jóvenes de hoy sino hasta la película del mismo nombre, producida por los mismos de otra película considerada como de culto por revolucionarios sociales, The Matrix.

Desde entonces, la máscara de Guy Fawkes pasó a ser símbolo depositario de la revolución, de la lucha con causas sociales, del inconformismo político y de la convicción libertaria. Aunque me pregunto: ¿Es a Guy Fawkes y su ideal al que recuerdan, o al personaje de la película de alto presupuesto, pero producida por una corporación, la Warner Bros.? Esto lleva a otro asunto que quizá debería llevar a reconsiderar el uso de esa máscara en particular.

Warner Brothers es una corporación que gana dos mil 500 millones de dólares anuales, y es igual que muchas otras a las que los activistas globalifóbicos y anticorporativos. Es la dueña de la película y de toda la imaginería de la misma vía venta de derechos de mercadotecnia. Eso incluye, precisamente, la máscara de Guy Fawkes, cuyo derecho de fabricación la vendió a una empresa, Rubies, la cual comercializa unas 100 mil anuales, y a raíz de Anonymous, sus ventas han de haberse incrementado.

Entonces, ¿qué hay con esa máscara?¿honran a un conspirador cuyo objetivo era sustituir una teocracia anglicana por una teocracia católica?¿o a un personaje revolucionario de ficción elevado a rango de ícono de la lucha social gracias al propio capitalismo que buscan combatir? Ahí se los dejo.

http://www.educacioncontracorriente.org/index.php?option=com_content&view=article&id=34772:la-mascara-de-qv-de-vendettaq-ique-hay-detras&catid=26:ciencia&Itemid=36

http://es.wikipedia.org/wiki/V_de_Vendetta

http://es.wikipedia.org/wiki/Guy_Fawkes

http://en.wikipedia.org/wiki/Gunpowder_Plot_in_popular_culture

http://en.wikipedia.org/wiki/Gunpowder_Plot

Iridiología: el timo que cuesta más que un ojo

Este viernes está anunciado la presencia en esta ciudad de Gabelo Montesano, promovido como una de las principales figuras mundiales en la Iridiología, un supuesto método para diagnosticar “disfunciones” corporales basado en la observación del iris del ojo, en donde, aseguran sus practicantes, se reflejan qué órganos son los que requieren atención y en base a ello, recetan remedios naturales.

La Iridiología no es más que otra de las “medicinas alternativas”, enmarcadas en el naturalismo, ofrecida como una forma de diagnosticar padecimientos que la “medicina oficial” o “alopática” no puede detectar, o que los médicos no quieren sanar pues se les caería su negocio, aseguran.

Los practicantes de esta “medicina” sostienen que en el iris se pueden leer signos como manchas, cambio de color, patrones y otras señas, y cada una, de acuerdo a ciertas tablas que consultan, refleja que un órgano del cuerpo no funciona correctamente. Hay que señalarlo: para los iridiólogos no existe la enfermedad, sino la disfuncionalidad del cuerpo humano, y regresando la funcionalidad al órgano afectado, “el equilibro” se recupera y con ello la salud del paciente.

De alguna manera, aseguran que todos los órganos tienen una terminación nerviosa que conecta al iris, y si padece una disfuncionalidad, éste se refleja directamente en el iris, donde el que tenga el conocimiento para interpretarlo, puede diagnosticar su padecimiento y recetar un medicamento natural, que no daña ni tiene efecto secundario, que regrese su función y el equilibrio al cuerpo dañado.

¿En qué se basan para esta afirmación? No la explican. El pasado jueves en un programa de radio con teléfono al público, “invitaron” a un iridiólogo local quien promovía al arriba mencionado. Es obvio, los locutores, “Los Cheros” nunca le preguntaron cómo se llega a esos diagnósticos, los fundamentos para sostener que el iris refleja lo que le pasa al resto del cuerpo, ni mucho menos, las evidencias de la efectividad y certeza de los diagnósticos y si se cotejan con los hechos por la medicina “oficial” y las “otras medicinas”. Ah, y ese día además, el servicio de teléfono “estaba desconectado”.

Averiguando, se supone que al nacer, “el ojo humano tiene un origen embriológico común con el sistema nervioso central”, y por ello, el iris es la proyección al exterior del sistema nervioso que a su vez, recoge todas las conexiones de los órganos del cuerpo humano.

Sin embargo, cuando se les pregunta qué enfermedades “curan” sólo responden que “restablecen funciones”, y el “entrevistado” (cuyo nombre se me escapó) citó como ejemplo la diabetes, la cual aseguró, es causada por que el páncreas es aplastado por la presión del intestino grueso, el estómago y el páncreas, y que tratándoles con remedios naturales, reducen esa presión y regresan la funcionabilidad al páncreas.

Debe ser claro que diagnosticar de esta manera una enfermedad como la diabetes encierra un peligro muy grande para el que acude a estos “médicos”. Puede dejar de seguir tratamiento esperanzado en que recuperará la salud con algo “natural”, y eso llevará sin duda a empeorar su situación, o a la muerte misma.

La iridiología no ha demostrado nada de efectividad, no tiene fundamentos, y lo peor, cobra por estafar, poco, pero en el volumen está la ganancia.


http://es.wikipedia.org/wiki/Iridolog%C3%ADa


http://www.todoopticas.com/blog/oftalmologia/iridologia-o-como-diagnosticar-con-el-iris/


http://174.133.249.226/publicaciones.php?id=361180