lunes, junio 07, 2010

Un año del incendio de la guardería ABC

Nota escrita con motivo de la marcha del primer año del incendio de la guardería ABC de Hermosillo.


Es apenas el primer año de la lucha de los padres de ABC

César De la luz

Hermosillo.- Esto es apenas un año de sufrimiento de los padres de las
víctimas, muertas y lesionadas de por vida, que no han visto lo que tanto han
anhelado desde la trágica fecha del cinco de junio del 2009: la justicia.
La marcha desde los restos de la bodega habilitada como Guardería ABC, hasta la
plaza Emiliana de Zubeldía, fue seguida por el apoyo de más de 20 mil personas,
con el grito de justicia, los aplausos de solidaridad, los alientos de que no
están solos, la furia ante la incompetencia y la injusticia, con los cuales los
siguieron de principio a fin en una caminata de seis kilómetros y más de una
hora, cuyo duro andar no es nada, comparado con el sufrimiento de los padres en
apenas un año de su lucha.
Una furia que estalló ante la puerta de vidrio del edificio de la Procuraduría General del Estado, en forma de una “pinta” con aerosol, demandando la justicia que no han vestido venir.
Los acompañó una tristeza reflejada en sus rostros y su lento andar, con las mantas con los retratos de sus hijos caídos y que ahonda la herida cada vez que los ven; la
solidaridad de la escritora Elena Poniatovska, quien estaba en la ciudad en un
encuentro de escritores, a quienes acompañó en el resto de la marcha y la
ceremonia en el Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora.
¿Por quien doblan las campanas?, preguntó Julio César Márquez, vocero del Movimiento Ciudadano Cinco de Junio; por sus hijos y por la justicia, se respondió.
Dio lectura al manifiesto, en la que da cuenta de lo que tienen después de un año:
nada; un Estado que ha fracasado en la salvaguarda de su niñez, “tenemos un
estado fallido”; un presidente de la República que se ha negado a escuchar y
responder de manera pública en Hermosillo, un titular del ejecutivo cuyas
órdenes de hacer justicia se han estrellado con el muro de las complicidades y
de la protección a los verdaderos culpables que no caen desde su pedestal de
impunidad.
Un Seguro Social cuyos titulares, Daniel Karam, Juan Molinar y Santiago Levy, han violado las garantías constitucionales y la propia normatividad del instituto para alimentar la voracidad de familiares y socios pertenecientes al primer círculo del poder, para la obtención del dinero fácil proveniente de nuestras cuotas y de nuestros impuestos, dijo.
Un exgobernador, Eduardo Bours, que pretendió en vano comprar sus conciencias,
desesperado ante el derrumbe de su propio castillo de soberbia, y que aún ahora,
continúa burlándose de las investigaciones, convencido de su impunidad, agregó.
Así mismo, reiteró las demandas del movimiento, la justicia ejemplar, completa, imparcial y transparente a todos los culpables; la atención médica especializada de la más alta calidad y de por vida; pensiones vitalicias para las madres trabajadoras que han perdido sus empleos por atender a sus hijos.
La cancelación inmediata de todos los contratos de subrogación de todas la
guarderías IMSS a particulares; la promulgación de una Ley General de Estancias
Infantiles, que establezca las obligaciones del Estado para proporcionar el servicio con personal capacitado y especializado; la reparación del daño moral mediante el pago de indemnizaciones; y la demolición de la guardería para la construcción de un memorial para los niños y niñas mártires.
“No descansaremos hasta ver juzgados y condenados por este horrendo crimen a todos los verdaderos culpables”, sentenció.
Y es apenas el primer año de una nueva exigencia, que expresó José Luis Méndez García, al anunciar la formación del Movimiento por la Justicia Cinco de Junio como una Asociación Civil, y expresó que están equivocadas las autoridades que creen que ellos se rendirán.
No nos vamos a rendir, demandamos que renuncie Felipe Calderón Hinojosa por
dignidad, por no cumplir con su juramento de que si no cumple su palabra, que la
nación se lo demande, y hoy, la demanda es su renuncia al cargo.
No es un año de la tragedia, esto es apenas un año de la lucha para los padres de los 49 niños muertos y los 75 lesionados de por vida.
Y ante el grito, el silencio; ante la demanda la inoperancia; ante el dolor la indiferencia. Esto es apenas un año.
Un año más de otra fase de su lucha. Hasta la victoria.

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